| | | |  | | | [1] Verónica (ACM) | | Tras la Guerra de Sucesión, a cuyo término el Hermano Mayor de la cofradía marchó al exilio por su posicionamiento en el bando que había resultado perdedor, Cartagena experimenta un crecimiento inusual, que tendría también su repercusión en la vida de la cofradía. En 1732 culmina la realización del retablo de la capilla, una joya del Barroco que afortunadamente ha llegado hasta nuestros días. A mediados del siglo, la procesión de la calle de la Amargura incrementa el número de sus tronos, con la incorporación de las imágenes de San Juan (1750) y [1] la Verónica (1773). Antes, el acto principal de ésta, el Encuentro, cambiará su ubicación, al pasar en 1761 de la plaza Mayor a la plaza de la Merced. El patrimonio de la cofradía se verá incrementado con las mencionadas imágenes, una de ellas, la de San Juan, obra del imaginero más destacado del momento, Francisco Salzillo. Los marrajos del XVIII son una cofradía cada vez más activa, en la que se integran hermanos de diversas procedencias geográficas y sociales, y siempre ligada a la orden de Predicadores, los dominicos, en cuyo convento tienen establecida su sede canónica y con los que mantienen una profunda relación, en la que las procesiones de Viernes Santo forman parte de una dinámica general de cultos en Santo Domingo. Así será hasta que, entrado el siglo XIX, la Desamortización expulse a los frailes de Cartagena. (AAP) |