| | | |  | | | [1] Juan Muñoz Delgado (ACM) | | Tras finalizar la Guerra Civil, la cofradía inicia un proceso de recuperación institucional y patrimonial. Mucho ha sido lo perdido en la contienda, fundamentalmente en imaginería, comenzando por la imagen del Titular, Jesús Nazareno. Bajo la dirección de [1] Juan Muñoz Delgado, los marrajos volverán a recurrir a José Capuz, que no solo repondrá las imágenes desaparecidas (alguna de ellas obra del mismo autor), sino que incorporará nuevos grupos que refuercen el discurso narrativo de sus dos procesiones de Viernes Santo. Igualmente se estrenará la nueva sede de los marrajos en el callejón de Bretau, que desde entonces es parte importante del patrimonio material y del sentimiento marrajo. En 1941 se crea en el seno de la Cofradía Marraja una nueva agrupación, la de Jesús Resucitado, que procesionaría en la mañana Pascua. Sin embargo ésta se independizó en 1943, dando lugar a una nueva cofradía, por lo que no sería hasta 1956, con la autorización episcopal a la nueva procesión del Sábado Santo, cuando los marrajos completaran su recorrido de la Pasión y Muerte de Cristo. | | | |  | | | [2] Placa conmemorativa en Casa Hogar Betania (JIV) | | El último tercio del siglo XX viene marcado por nuevas incorporaciones al patrimonio marrajo, con la creación de algunas agrupaciones y la salida de nuevos tronos, un proceso que se detiene a finales de siglo cuando la prioridad de la cofradía se centra en la conservación y mejora del patrimonio existente. Durante el período de José Miguel Méndez como Hermano Mayor, los marrajos consolidan su patrimonio con una importante labor social, en la que destacan los pisos existentes en el Barrio Universitario en los que residen varios ancianos acogidos por la cofradía. Culminan estos años con la aprobación, en 2009, de unos nuevos Estatutos que por primera vez plantean la participación de todos los marrajos en la elección de sus órganos de gobierno. (AAP) |