Mis queridos hermanos Marrajos:

Al inaugurar este servicio como Capellán de esta bendita Cofradía Marraja, permitidme que lo haga plagiando tres palabras del Papa Francisco: permiso, perdón y gracias.

Sí, en primer lugar permiso, a la Junta de Mesa y a las dieciocho agrupaciones que componen esta Cofradía y a todos los hermanos cofrades, para ofrecerme a acompañar espiritualmente a todos y a cada uno de vosotros, rindiendo mi humilde persona, a vuestro servicio.

Perdón, si no cumplo vuestras expectativas; si no respondo a vuestras mas profundas inquietudes; si, por mis faltas y pecados, no os acerco más a Dios y a la Iglesia.

Y gracias. Sí, muchísimas gracias, querida Cofradía Marraja por permitirme estar junto a vosotros que, desde muy joven, os he llevado en el corazón y siempre me he sentido apoyado, estimulado, acogido, ayudado, querido… por vosotros; doy especialmente gracias a Dios y a la Iglesia, a nuestro Obispo José Manuel por reclamar de este humilde e indigno siervo, este maravilloso servicio; gracias a la labor tan excelsa que mi antecesor D. Francisco Montesinos ha desarrollado en la Cofradía Marraja y en la Semana Santa de Cartagena durante veintiocho años y que, con su ayuda, espero continuar… Muchísimas gracias a todos.

Me pongo a vuestra entera disposición para todo lo que, desde esta capellania, requiráis de mí.

Ojala que Dios nos conceda, así lo pido insistentemente, el ser capaces de apoyarnos, de tener misericordia los unos con los otros, de unirnos cada vez mas en el amor a Dios, a la Iglesia, al hermano necesitado, de crecer cada día en la Fe, Esperanza y Caridad; de hacernos la vida agradable, de ser felices de verdad porque intentamos hacer la voluntad de Dios en nuestra querida y amada Cofradía Marraja.

Quedando a vuestra entera disposición, que Dios os Bendiga y os acompañe todos los días de vuestra vida. Que María interceda por nosotros y nos guarde bajo su manto de Madre.

Un fuerte abrazo.